EL PERFIL DEL DIRECTOR RESPONSABLE DE LA SUPERVISIÓN.
El perfil del director responsable de la supervisión.
Una de las tareas más importantes, difíciles y exigentes
dentro de cualquier organización es, sin duda alguna, la supervisión del
trabajo ajeno. Pero realmente esto tiene su explicación en el origen de la
palabra supervisión: super, sobre, y visum, ver. Implica, por lo tanto, “ver
sobre, revisar, vigilar”. La función supervisora, supone “ver que las cosas se
hagan como fueron ordenadas”.
Esta información permite señalar que el director, como
responsable de la supervisión educativa en los diferentes niveles y modalidades
del sistema educativo y por su perfil, constituye el conjunto de rasgos y
características deseables, las cuales –producto de la formación permanente e
integral que recibe elevan su nivel de conocimiento, desempeño y
responsabilidad para garantizar que la supervisión educativa se lleve a cabo
tal cual fue planeada y ordenada. Hoy en día, es indispensable incorporar
elementos participativos orientados a mejorar la enseñanza y replicar las
buenas prácticas pedagógicas que se llevan a cabo en la escuela, pues solo así
se logrará incidir en la mejora de los resultados académicos de los estudiantes
(Bolívar 2010, Murillo 2008).
El perfil del directivo como responsable de la supervisión
educativa, en términos de enseñanza, refiere al conjunto de condiciones
profesionales cuyas competencias le permiten generar acciones pedagógicas
–teniendo habilidades y conocimientos de la situación en la cual se da la
supervisión- analizar, evaluar, discernir y ejecutar los cambios que considere
necesarios con el desarrollo del currículo, así como sobre la participación de
los actores del proceso.
Como consecuencia de estas acciones, Medina y otros (2012,
p.35), contribuyen al indicar que la labor del directivo supervisor se
desarrolla en tres etapas:
Planeamiento, seguimiento y control, de la siguiente forma:
- a) Planeamiento: es la guía de toda la labor generada durante un periodo lectivo, semestral o anual. El planeamiento de la supervisión debe ser objetivo, es decir, posible y flexible, a fin de que pueda adaptarse a las nuevas necesidades surgidas, así como a las modificaciones producidas en la vida escolar. Se prevé, también, la ejecución de tareas particulares.
- b) Seguimiento: es la segunda etapa en la labor de la supervisión, durante la cual no solo se sigue el desarrollo de las propias actividades, sino también el de todo el cuerpo docente. El seguimiento es una labor realizada durante todo el periodo lectivo, a fin de efectuar nuevas planificaciones cuando sean necesarias, con base en los datos recogidos y evaluados durante la aplicación de las actividades escolares.
- c) Control: actúa sobre la base de los resultados del trabajo, a fin de prevenir desviaciones, efectuar rectificaciones y alteraciones que adapten mejor la acción de la escuela a las necesidades del educando y de la comunidad. El control suministra datos que influirán sobre los próximos planeamientos, tendiendo a hacerlos más objetivos, pragmáticos y eficientes.
Lo anterior indica que en las instituciones educativas la supervisión tiene necesidad de ser planificada. De ahí la importancia de formular un programa de supervisión que debe prepararse cooperativa y provisionalmente, siendo lo suficientemente flexible para ir introduciendo cambios, tratando los casos que merezcan atención inmediata y utilizando los diferentes medios que la situación requiera, ya que este vendrá a beneficiar a toda la comunidad educativa.
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